Las
fuerzas armadas intentan el último manotazo de ahogado para mantener el poder.
Esa mañana del 2 de abril de 1982, la noticia del desembarco de tropas
argentinas en las Islas Malvinas conmovió al país. Sin embargo, la operación
logró el efecto contrario al que buscaban las cúpulas militares. Miles de
argentinos autoconvocados salieron a las calles, sí, pero no para vivar al
gobierno en un rapto de patriotismo idiota sino para reclamar el retiro
inmediato de las tropas de las islas.
Ese
intento desesperado, miope y oportunista fue la gota que rebalsó el vaso. La
población estaba convencida que para recuperar las islas se debían transitar
dos caminos pacíficos y paralelos. Por un lado, el de la cooperación absoluta
con los isleños y por el otro, la negociación firme y dura con Gran Bretaña. Ir
a la guerra ante una potencia mundial sólo podía tener lugar en la cabeza de un
grupo de trasnochados.
¿Una
invasión a las Malvinas? ¿Vamos a mandar a colimbas de 18 años a que se caguen
de frío y los masacren? ¿Cómo hacemos? ¿Organizamos una campaña de donación de
frazadas con Pinky y Cacho Fontana? No jodamos ¿Quién va a ir? ¿Astiz? Ese
asesino de mujeres inocentes ante el primer inglés que se le cruce se rinde sin
disparar un solo tiro.
El
pueblo salió a las calles con sus cacerolas. A la junta militar no le quedó
otra. Ante las advertencias Británicas, pero más aún por el repudio
generalizado en la Argentina, la junta militar retiró las tropas de las
Malvinas y veinticuatro horas después renunció en pleno. Galtieri fue el último
en hacerlo. En forma interina asumió el Gral. Reynaldo Bignone. Luego de un
acuerdo con todos los partidos políticos y la multisectorial, anunció la
convocatoria a elecciones para dentro de tres meses.
22
de junio de 1986. Estadio Azteca. México.
Maradona
encara por el medio a la defensa de Inglaterra. La pelota va hacia Valdano. El
defensor inglés que lo marca, en su intento por despejar, mete un centro sobre
su propia área. La pelota llueve sobre el punto penal. Maradona, hasta ahí de
un aceptable mundial, salta junto con Peter Shilton, el arquero inglés. Shilton
va con su puño en alto. Diego con su cabeza y una mano pícara. Maradona gana en
el salto. Shilton no llega. Gol de Argentina. Diego sale corriendo para
festejar, pispea al juez y sigue corriendo. Los ingleses corren al árbitro
reclamándole mano. Shilton desesperado se golpea su brazo al grito de “hand,
hand, Shit, hand, hand”. Mientras Jorge Burruchaga acaricia la cabeza de
Maradona, el árbitro señala el punto del penal y pita. Pita bien fuerte. Tiro
libre para Inglaterra. Maradona como loco se agarra la cabeza. Empieza a decir
que no, que no fue mano, que no la tocó. Se pone cara a cara con el referí. Con
sus manos atrás le suplica.
-
No fue mano. No la toqué.
Pumpido
se le acerca y lo intenta correr para evitar la amarilla o roja que se veía
venir. El árbitro inmutable.
-
Es un botón, un botón hijo de re mil putas - le grita Diego a Pumpido ya lejos
de los oídos del árbitro.
El
partido sigue. Maradona arma una jugada increíble. Pasa a no menos de seis
ingleses y también gambetea al arquero. Cuando está a punto de rematar se
tropieza y cae de un modo muy aparatoso. Luego del blooper, Víctor Hugo Morales
describió a Maradona en esa jugada como "Barrilete Cómico". Una frase
que quedó para la posteridad.
Faltaban
10 minutos cuando Bobby Robson, técnico inglés, hizo ingresar a John Barnes.
Volvió loca a toda la defensa argentina. Casi sobre el final un centro suyo le
quedó servido a Gary Lineker en el área chica. Inglaterra uno, Argentina cero.
Argentina quedó eliminada en cuartos de final del Mundial de México.
Bélgica
terminaría siendo Campeón del Mundo.
02
de abril de 1987. Naciones Unidas, Nueva York.
Luego
de varios meses de intensas negociaciones, el presidente Raúl Alfonsín y la
Primer Ministro Margaret Thatcher anuncian en forma conjunta el acuerdo
mediante el cual se detetermina que la soberanía y el manejo administrativo de
las Islas pasarán a manos argentinas a partir del 02 de abril de 2012. Durante
los próximos 25 años las Islas se mantendrán bajo la denominación oficial de
Falklands. Una vez realizado el cambio de bandera volverían a su denominación
original de Islas Malvinas.
Una
Primer Ministro debilitada internamente ante la crisis social desatada por las
medidas económicas salvajes que impuso no tuvo más remedio que ceder ante la
fuerte y hábil postura argentina tanto en la relación bilateral con Gran
Bretaña como en la referente a los propios isleños. Un presidente fuerte que
había asumido por el voto popular luego de las innumerables manifestaciones que
pusieron fin al gobierno de facto, aprovechó ese envión que le dio la apertura
democrática y el Juicio a la Juntas para saldar esa deuda que la Argentina
tenía con su historia y su futuro.
15
de abril de 1987. Buenos Aires, Argentina.
Durante
Semana Santa el Teniente Coronel Aldo Rico se subleva para imponer por la
fuerza el fin de las causas por los delitos cometidos durante la dictadura
militar. La gente, al igual que en abril de 1982, se convoca en Plaza de Mayo.
El presidente Alfonsín, luego de arduas negociaciones y días de tensión, logra
la rendición incondicional de los Carapintadas. Aldo Rico es detenido.
Como
respuesta a este intento de levantamiento, el Presidente anuncia que enviará al
congreso un proyecto de ley para agilizar las causas y lograr cuanto antes que
la totalidad de los militares que intervinieron en los secuestros, torturas y desapariciones
paguen con la cárcel. El proyecto fue
denominado "Punto Final".
Desde
el balcón de la Casa de Gobierno, el Presidente se despidió de la multitud con
una frase inolvidable y llena de emoción: "La Casa está en orden. Felices
Pascuas".
10
de diciembre de 2001. Viedma, Capital de la República Argentina
Luego
de 18 años en funciones, el Presidente saliente Dr. Raúl Alfonsín entrega el
poder al nuevo presidente electo. Su hijo, el Dr. Ricardo Alfonsín, máximo
referente de la agrupación de origen radical “La Illia”, asume la presidencia
por un periodo de 6 años. Entre los asistentes, se destaca la presencia del
Gobernador de La Rioja, Dr. Carlos Saúl Menem y la del Gobernador de Santa
Cruz, Dr. Néstor Carlos Kirchner acompañado de su señora esposa.
Todo bien, chabón, pero cómo le vas a anular el segundo gol al Diego???? De última hubieses hecho que el primer gol del Diego no haya sido con la mano... Pensé que la onda era meter unos contrafácticos que hagan la historia "más mejor".
ResponderEliminar@SrMeursault