Revolución. La película dónde Rodrigo de la Serna hace de San Martín
entre 1815 y 1817. El San Martín que cruza los Andes desde Mendoza para liberar
Chile de los Realistas junto con Soler y O'Higgins. La lucha es por la
libertad. Viva la patria, viva, es el
grito más escuchado en la película. Luego de una feroz y sangrienta batalla,
San Martín se reporta e informa de un gran triunfo para festejar en el cual,
solamente, murieron cién hombres de la propia tropa. Cién muertos en nombre de
la libertad.
La película termina y en la calle ya no llueve. Luego de
hacer esas cuatro cuadras y entrar a casa, en la tele vuelve a aparecer De La Serna. Casi 100 años
después, en 1909, personificando a Simon Radowitzky en Lo que el tiempo nos dejó. Radowitzky fue un anarquista que junto
con otros trabajadores e inmigrantes en ese 1909 sienta las bases para la
creación de FORA, Federación Obrera de la República Argentina.
Este Radowitzky de De la Serna
repite incesantemente la misma palabra de su San Martín de 1817. Libertad, Libertad, Libertad Pasados
tantos años, De La Serna
ya no se enfrenta a los Realistas sino a Ramón Falcón, el Coronel jefe de la
policía, quien los reprime. Seguramente ese Falcón aristocrático, vestido de
frac, con sus bigotes, su esgrima, el Teatro Colón y la gomina hacía lo que
hacía en nombre de aquel San Martín, el Libertador, y en contra de esta manga
de vagos que venían con ideas sucias de su Europa natal.
-
Por qué no se vuelven para a sus países - les propone.
En la represión a la manifestación sindical la policía
mata a un amigo de De la Serna
(Luciano Cáceres, el hijo de Nevares Sosa) y su Radowitzky venga su muerte
matando al propio Falcón ( a su flia ni la tocó).
Uno años más adelante nuevamente De La Serna sale en busca de la Libertad. Lo hace en
la década del 50 con un amigo. Se van en moto a recorrer Latinoamérica. Luego
de varios meses de viaje, aventuras y aprendizaje se vuelven. La experiencia
fue tan profunda que su amigo, un tal Ernesto Guevara, sigue viaje a Centroamérica
y termina personificando algo así como el papel de un Libertador pero en Cuba.
Rodrigo se volvió y, en esta oportunidad, no se presentó al casting. Se perdió
el protagónico.
Ya en Buenos Aires de 2011, De la Serna termina siendo un
sufriente hombre de clase popular, que vive con lo mínimo y pone su propio
cuerpo como prenda de cambio para sobrevivir en los suburbios. Luego de tantos
años e intentos por encontrar esa esquiva libertad termina viviendo con lo
justo y contra las cuerdas. Tan contra las cuerdas que se va a vivir a la villa
ELTRECE con Luque y Chávez (Julio).
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