-¿Vos
todo bien?- le pregunta el Segurity Man al pibe en descanso. En ese instante
ingreso y giro unos pasos más allá para subir la escalera. Mientras lo hago el
Segurity Man me mira fijo con cara de mejor que consumas flaco. Si su mirada
hubiera sido dos grados más acusatoria me creería que soy Bin Laden resucitado.
Pero no, era simplemente un potencial no cliente.
Al
bajar, luego de usar el baño, volvemos a cruzar miradas. Fue un segundo. Me fui
a la caja y pedí una coca. Me dijeron Pepsi. Le dije da igual. El Segurity Man,
satisfecho.
Ingresan
tres pibes. Separados no dirían nada pero juntos generaban cierta
incertidumbre. Igual que lo hice yo, suben la escalera. El Segurity Man
refunfuña y les grita: -“Chicos, chicos ¿a dónde van?”- El que más duda
generaba lo miró desafiante y siguió su camino ascendente. Segurity Man subió
la escalera al grito de “Chicos, chicos”. Se frenó dos escalones más arriba y
bajó solo. Se encuentra con otros dos pibes. -“O consumen algo o los rajo a la
mierda”- les dice. Ellos sonríen y se retiran. Segurity vuelve a la mesa. En la
mesa quedaba una medialuna. El pibe en descanso, sonriente y metedor de dedo en
la llaga, le dice:
-Che,
el flaco ese te afanó la medialuna.
-
Eh, ¿cuál?
-
Ese.
-Uh,
pera que lo agarre.
Camina
con paso rápido hacia la puerta al grito de:
-“Eh,
eh, vos, ¿qué afanás mi medialuna?
-Yo
no te afané nada, le dice mientras intenta tragar.
-¿Qué
comés?
-Nada,
le dice el pibe y casi se ahoga. – Yo no te robé, le insiste luego de recuperar
la respiración.
Le
muestra y revolea un ticket que a todas luces era del super chino de la vuelta.
La
discusión se vuelve bizarra. A las puteadas, Segurity Man vuelve a sentarse.
Bajan dos de los tres generadores de incertidumbre.
-
La próxima consumen o los rajo a patadas.
-
Ok, la próxima, le contestan sobradores.
Treinta
segundos después baja el más bravo de los tres.
-
¿Vos no eras el que iba a consumir?
-
Era, le responde bien serio y con mirada penetrante.
-La próxima te saco a patadas.
Ingresan
otros dos chicos. Se mandan para la escalera.
-
Chicos, chicos, ¿a dónde van?
Segurity
los sigue por la escalera y los hace bajar.
Pasan
unos minutos de calma y Segurity Man me toca la espalda. Segurity Man me
pregunta qué estoy escribiendo mientras escribo que Segurity Man me toca la
espalda y me pregunta qué…
Hasta
acá llegué. No pude escribir más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
- ¿Por acá se entregan los comentarios?
- Si, pase. Póngase cómodo y escriba