45 MINUTOS DE 1996

Estadio Amalfitani, barrio de Liniers. 45 minutos que sucedieron durante 1996. Estaban Maradona, Chilavert, Caniggia, Castrilli, el Vélez de Bianchi, Bianchi, Navarro Montoya, el Boca de Bilardo y Bilardo. Todos junto a “La Doce” que se movía como una gran ola en pleno nado sincronizado y la hinchada de Vélez que cantaba fortineee…, fortineee…, fortineee…
45 minutos donde Caniggia puso el 1 a 0 y Diego lo festejó dándole un pico interminable. 45 minutos donde todos esperaban el gol de Chilavert al Mono. Y fueron dos. El partido había comenzado con un centro de rabona de Diego para el cabezazo de Claudio Paul que fue a parar a las manos de Chilavert.
Había ambiente de final, se podía respirar una intensidad pocas veces vista. A los pocos minutos tiro de emboquillada de Pandolfi cumpliendo su papel de Baby Enzo. Travesaño, el Mono al piso dentro del arco, Camps cabecea el rebote y el manotazo del Mono sobre la línea parece evitar el empate. Pero no, el juez de línea Barrientos sale corriendo a la mitad de cancha marcando el gol. Castrilli duda un momento pero confirma al ver a su asistente correr. Todo Boca protesta, pero 1 a 1.
El Turu Flores casi la cuelga del ángulo pero se desvía en Mac Allister. El Rifle Pandolfi aparece nuevamente: centro a Pellegrino y el Mono saca la imposible. Vélez insistía. Pelotazo al área de Boca, salta Pandolfi, Mac Allister salta con él pero se apoya. Castrilli cobra tiro libre.
La hinchada de Vélez pide a Chilavert y Chilavert viene. Todos esperaban el remate violento en su duelo de estilos con el Mono. Pero no. El paraguayo le pidió prestada la zurda a Diego. La colgó delicada en un ángulo. Tan justo que pegó ahí y recorrió todo el arco hasta terminar pegando en el lateral interno de la red del otro palo. 2 a 1.
Boca salió en busca del empate. Maradona habilita de cabeza a Scotto (sí, Scotto) y este de primera la pone violentamente en la base del palo. Casi gol.
Otro pelotazo al área de Boca, saltan Mac allister y Pandolfi. Otra vez el codo, el empujón casi imperceptible y Castrilli. Penal. Fabbri se vuelve loco, Carrizo como loco dice que Castrilli está loco y lo deja bien claro con sus gestos desaforados al banco donde Bilardo estaba haciendo señas y tratando de chiflar. Protestas, Maradona llega con sonrisa resignada y no dice nada. Castrilli expulsa a Fabbri.
Nuevamente el grito copa el estadio. ¡Chilavert, Chilavert! y Chilavert va. Patea a donde desde lejos Cani le indicaba al Mono que iba a patear. A la izquierda, el mismo lado del tiro libre pero esta vez al raz del piso. 3 a 1.
La Doce se vuelve loca: ¡Si tiran a Boca al bombo va a ver quilombo, va a ver quilombo! Rompen la mitad superior del alambrado, no se puede seguir. Ya la ola era un Tsunami. Maradona discute con Castrilli, algo le dice y lo echa. Diego amaga a irse, pero vuelve y lo encara al árbitro entre el tumulto que lo rodeaba.
-Explíqueme, explíqueme, como jugador se lo pido. Le reclamaba el 10 a tan solo 10 cm. de su cara pero Castrilli inmutable mirando el más allá.
-Explíqueme, yo soy jugador, explíqueme.
Castrilli seguía con su pose de milico con tránsito lento. Nada. Navarro Montoya se acerca y le grita a Diego:
- Dejalo Diego, no te va a contestar, dejalo.
- Cómo que no me va a contestar yo soy jugador - le retruca Diego ya saliéndose de sus casillas.
- Dejalo, andate.
- Pero cómo no me va a contestar. Es un bóton, es un bóton hijo de re mil putas sino me contesta. El Mono lo zarandea lo suficiente y Diego se va, o lo sacan. Castrilli seguía con su seria e inconmovible rigidez. En el medio del quilombo, porque parece que a Boca lo tiraban al bombo, Cani sale corriendo al vestuario y al rato vuelve para recomenzar los minutos que faltaban.
Poco importa lo que pasó después. Que al Turu Flores le anularon un gol válido pero después hizo otro, que Gamboa hizo un gol en contra y que el Mono siguió con sus atajadas imposibles. Esos primeros 45 minutos fueron todo. Poco importa que antes que termine el partido Bianchi puso a Sandro Guzmán para que el Paraguayo reciba la gran ovación y que Castrilli hechó a Mac Allister porque parece que a la distancia lo mandó a la puta que lo parió. Pero no importa. En esos primeros 45 minutos Chilavert fue más que nunca Chilavert, dos goles a su alter ego. Castrilli fue más que nunca Castrilli, Maradona con su piquito y el hijo de re mil putas, un gol que no fue, Bilardo, el gran DT de los 80 contra Bianchi el de los 90 que luego sería también el de los 2000 justo en ese banco.
Hincha de Boca en popular de Vélez se retira con toda la bronca a cuesta y para un taxi.

Vélez 5, Boca 1. El Amalfitani todavía tiembla cuando recuerda esos 45 minutos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

- ¿Por acá se entregan los comentarios?
- Si, pase. Póngase cómodo y escriba