EL BOLUDO DEL COLECTIVO
Ahí
esta, parado. Estática e imperturbablemente parado. Mientras su cuerpo ocupa
ese espacio, su mente se encuentra en otro. Actúa como si no estuviera allí.
Los sonidos de su mp3 lo mantienen extremadamente ocupado. Su presencia marca
el límite. La densidad poblacional a uno y otro lado de su cuerpo que hace las
veces de frontera es notable. Hacia el fondo viajan pasajeros separados
cómodamente por varios centímetros. Del otro, hacia la puerta delantera, todos
apretados y reunidos en las cercanías de la siempre molesta expendedora de
boletos. El hombre como si nada. En menos de un metro cuadrado conviven quienes
pagan el pasaje, los que piden que se lo saquen y alguno, un poco más alejado,
que ni lo intenta. El colectivo no para. Los potenciales pasajeros que aguardan
entre las 8:48 y las 9:05 am. en las veredas se quejan. Si el semáforo ayuda,
se quejan al grito de: "ABRÍ QUE
ATRÁS HAY LUGAR...". Uno golpea la puerta con el grave sonido del puño
cerrado mientras otro lo hace con el agudo repiqueteo de sus monedas. Si
alguien logra subir, su ascenso despierta los reclamos de los apretados
habitantes del sector frontal. El hombre parado sigue inmune. Al cerrarse la
puerta, una mochila queda atrapada. Su dueño insulta, el chofer contesta,
reabre y vuelve a cerrar. El hombre sigue parado. Los más cercanos a su
posición son a la vez los más tímidos. Saben que si lo piden, avanzan. Pero no
lo hacen. No se animan. Los más alejados pero igualmente hacinados se muestran
más enérgicos. Reclaman. El sigue allí, parado. El mal humor se vuelve
generalizado. Los que no suben, llegan tarde. Los que subieron llegan molestos
y acalorados. El chofer, tensionado, casi choca. La frenada, violenta e
inesperada, ofrece la solución. La feroz sacudida reorganiza el espacio. Los
tímidos encuentran el hueco para avanzar. Los más enérgicos los siguen
arrastrando todo lo que encuentran. Logran acomodarse en el momento exacto en
el que ya tienen que bajar. El colectivo queda casi vacío. El sigue allí,
inconmoviblemente parado con su mp3.
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